Leo...

Cada vez que digo que soy Leo los demás me devuelven una mueca como si fuese algo malo serlo. Y más allá de los defectos que puede tener cualquiera y de las lecciones por aprender en esta vida que aún tenga que aprender, de mi parte prefiero siempre valorar lo bueno de los demás y así también espero que me valoren.


Este es el Leo en mí:

Vivir una historia de amor, grandiosa, novelesca. Suspirar meses enteros tras una mirada fugaz o un pétalo deshojado, eso es lo que hace latir el corazón de Leo. Final feliz o imposible, amor consumado o románticamente etéreo pero palpitante, ¡da lo mismo!. Lo que importa es la atmósfera especial de romance e intimidad, los gestos nobles y generosos, la entrega de afectos sin condiciones.

"Te he escogido entre todas las princesas", dice el rey a su amada; "tú, el más apuesto y valiente", la reina a Lancelot.

(Aparecido en una revista que no recuerdo el nombre)