Halloween, celebración por muchos rechazada y poco a poco arraigada en el país. A mediados de los noventas, algunos niños se aventuraban a pedir dulces y realizar alguna "travesura" cuando no recibían nada. Con el correr del tiempo esto se ha ido masificando y comercializando. Hoy en día no son pocos los niños de todas la edades que circulan por las calles provistos de los disfraces más diversos, golpeando puertas para conseguir la mayor cantidad de caramelos.
Las frase intimidante de "dulces o travesuras" está lejos de concretarse. Pequeños acompañados de sus madres principalmente tan sólo buscan juntar muchos dulces, ajenos a cualquier otro significado de la celebración.
La idea surge como muchas cosas de manera lúdica, haciendo un sombrero de copa y disfraces para mis sobris. Agregar una máscara, un abrigo negro y listo para infundir terror.
La sorpresa de los niños al encontrarse con un "monstruo" dándoles dulces era mayor, sobre todo los más pequeños, que se aferraban a los brazos de sus madres y rehusaban acercarse. Otros más osados saludaban a la "calavera" y ante el menor movimiento echaban paso atrás. Las más diversas criaturas reciben caramelos, sin mediar palabra alguna del ser cara de calavera y sombrero de copa.
Los padres se ríen, los niños se retiran con sus calabazas o bolsas de dulces.
Los padres se ríen, los niños se retiran con sus calabazas o bolsas de dulces.
En una ocasión el monstruo abrió al puerta y se encontró con un niño apuntándole con una escopeta, al tiempo que exclamó "dulces o la vida", la respuesta era obvia... la vida. Y la historia es real.
Nota: Disfraz inspirado en Mortus...
Nota: Disfraz inspirado en Mortus...
"Wlady Bloody"