Te espero...

Cuando despierte de este sueño
en el que me envuelves
tan confortablemente,
quiero hacerlo aún a tu lado,
quiero que el dulzor que emana de tu boca
provoque el delirio constante de mi cuerpo,
y ser la fantasía que recorre tus pensamientos
como un suave latir guardado en tu pecho.
Quiero que se transforme en agua este deseo
y que fluya desembocando en tu piel
para desnudarte con el asombro de una primera vez.
Porque sólo tu presencia hace
que lluevan versos en mi noche
y pétalos rojos al despertar,
lavando las sombras
y encegueciendome ante la distancia.
Porque te espero
con el corazón agitado e impaciente
de volver a oír tu voz
y verte sonreirme.


WAC. (2 octubre 2011)