Te espero
porque quiero y puedo esperarte,
aunque la espera no me agrade,
pero te espero.
Aún en las noches en que te sueño
y me conformo con eso, soñarte,
queriendo estirar la noche para retenerte
porque no me gusta de lejos mirarte
y esperar que tus ojos se vuelvan a mi,
no me gusta echarte de menos
con la prisa de correr hasta ti,
no quiero dejarte ir tras las horas de ausencia,
no quiero la atadura de manos y pies
cuando quiero tenerte para mi.
No me gusta saber tu perfume en otra piel
y tus besos derramados en otros labios,
no me gusta ver tu sonrisa lejos del reflejo de la mía,
pero te espero, porque eres mi sueño
y al esperarte estoy para ti.
WAC. (6 Marzo 2013)