Ser consecuente es mantener una línea entre lo que piensas, sientes y expresas, significa mantener intactas tus convicciones, ser fiel a lo que eres en esencia y al cómo te muestras ante el resto, en igualdad para todos sin importar el momento.
Consecuencia entre el ser y sentir más allá de los arrebatos de un mal momento, no perder el horizonte en el enfado o la ira, saber quién está al frente o a tu lado en ese momento y la importancia que tiene.
Consecuencia de tus palabras y acciones hacia quienes dices querer.